Rebelión en Podemos: las comisiones de garantías se sublevan ante la purga de su presidenta
La brecha entre la cúpula de Podemos y su Comisión de Garantías cada vez es mayor. El pasado 13 de julio, el partido abrió un expediente a la presidenta de dicha comisión, Olga Jiménez. Este martes, la Comisión de Garantías Democráticas de Madrid se ha sumado al apoyo a la presidenta expedientada. Anteriormente, Cataluña, Valencia, La Rioja y Navarra mostraron su rechazo a la decisión de la dirección del partido emitiendo un comunicado de respaldo a Jiménez.
La Comisión de Garantías es el órgano encargado de “garantizar el funcionamiento de la organización” para que “se ajuste a los principios de democracia, transparencia, justicia y participación igualitaria de todas las personas”.
El secretario de organización, Pablo Echenique, ha emitido este martes un comunicado con el que pretendía explicar la decisión tomada por el Consejo de Coordinación Estatal.
Además de las razones dadas anteriormente, Echenique ha acusado a Jiménez de falta de «imparcialidad como miembro de la Comisión de Garantías» y añade que su actitud en este sentido afectaría «a algunos territorios con los que habría tenido una especial relación».
Esta misiva ha sido calificada de «escandalosa» por las propias comisiones de garantías territoriales que apoyan a la aún presidenta. Fuentes internas del partido aseguran que «próximamente existirán más adhesiones» en favor de Jiménez.
Las mismas fuentes aseguran que el comunicado de Echenique «en vez de aclarar enreda y falsea la realidad». «Habría que pedir la dimisión del iluminado o iluminada que haya redactado esto», añaden. Además, califican al secretario de organización de «antidemócrata y embustero».
Un órgano en entredicho
La Comisión de Garantías es uno de los órganos más cuestionados por los militantes de base del partido. Ahora, es la propia comisión la que critica a los dirigentes del partido. La presidenta y otros dos miembros de la comisión mostraron su descontento con el régimen disciplinario adoptado en los nuevos estatutos de Podemos. Según ellos, las nuevas medidas “excedían, con mucho, lo aprobado en la II asamblea ciudadana estatal”.
La organización ha sido criticada en múltiples ocasiones por “falta de imparcialidad”. Según aquéllos que han formado parte de procesos en los que ésta hizo de mediadora, siempre se ha posicionado del lado de la cúpula, dejando a las bases y miembros en la peor posición.